Ciudad selección. Messi y la aldea con reglas propias que estará 50 días bajo llave en Ezeiza

El encierro comenzó en la mañana del miércoles pasado y nadie podrá salir durante los próximos 50 días. Un auténtico confinamiento. La larga estada significará que la Argentina llegó a la final de la Copa América… El predio de la AFA se convirtió en ‘ciudad selección’, una burbuja con ritmo propio. Casi un universo paralelo en tiempos de pandemia, en días de filtraciones y protocolos descuidados. Hoy, cerca de cincuenta personas ya tienen domicilio fijo en Ezeiza: 24 por 24 horas, y no se moverán hasta el 10 de julio si Lionel Messi y Lionel Scaloni construyen un equipo confiable. Ya habitan los cocineros, los mozos, los cancheros, la utilería, el personal de limpieza, lavandería y mantenimiento, el departamento médico, de prensa, los empleados administrativos, el cuerpo técnico y los auxiliares. Todos. O casi, faltan los futbolistas. Con ellos, la población rondará las 85/90 personas. Sin licencias, sin visitas. Un pequeño pueblo con reglas propias.

“El predio de Ezeiza”, dice en las gacetillas de la AFA o en los diarios como un frío lugar común en las crónicas preliminares de algún partido de la selección, pero ese centro deportivo al costado de la autopista Riccheri late. Ha cambiado la fisonomía en estas semanas. El primer impacto lo ofrecen los 17 motorhome estacionados en el complejo número 2, el de la selección mayor. Confortables departamentos rodantes para ampliar la capacidad de alojamiento. Cuando el plantel esté completo, estas habitaciones adicionales serán el hospedaje, entre otros, de Scaloni, Roberto Ayala, Walter Samuel y compañía.

Las cifras récord por contagios de Covid, y Sudamérica como epicentro de la pandemia, llevaron a trazar un plan más enérgico. A extremar los controles. A blindar a Messi, Di María, Agüero y a la camada de la renovación, para afrontar la reanudación de las eliminatorias (3 y 8 de junio, ante Chile en Santiago del Estero, y Colombia, ¿en Barranquilla?) y la inestable Copa América, del 13 de junio al 10 de julio. La planificación comenzó hace tiempo. La alimentación es un tema que se resolvió con mucha antelación, por ejemplo. La ‘provisión de campaña’ está garantizada. El acopio se hizo en las tres últimas semanas. Carne, frutas, verduras, yerba, azúcar, pastas… ingresaron y se almacenaron antes de que se instale la gente. Cuentan que la comida está asegurada por casi dos meses.

Las personas que ya están viviendo en la ‘ciudad selección’, antes de su ingreso definitivo, pasaron por cuatro testeos con pruebas PCR. Sólo aquellos con cuatro negativos cruzaron la barrera de acceso. La estrategia responde, esencialmente, a garantizar la salud de los futbolistas: si todos entran sanos, y nadie sale, no hay riesgo de contagio. Ese es el resumen que ofrece el doctor Daniel Martínez, a cargo del operativo sanitario. De cualquier forma, y aun en la burbuja, todos sus “habitantes” son testados cada tres jornadas.

Entre el 26 y 27 de mayo, es decir a mediados de la próxima semana, la mayoría de los jugadores se instalará en el predio. Más tarde desembarcarán Sergio Agüero y Juan Foyth, involucrados con sus equipos, Manchester City y Villarreal, en las finales de la Champions y de la Europa League. ¿Y qué rigurosidad habrá con los futbolistas? Volarán en un chárter provisto por la AFA con el PCR negativo desde el destino de origen; aquí, en el aeropuerto serán nuevamente controlados como cualquier viajero que aterriza en la Argentina, y al día siguiente de haberse establecido en el predio, volverán a sometiere a otro PCR. En un paso más, algunos, incluso, llegarán vacunados. Una práctica que han llevado adelante varios clubes en Europa.

Los jugadores dormirán solos en sus habitaciones. Hay 38. En las ventanas de las eliminatorias del año pasado, para mantener la distancia imprescindible, se llegó a adaptar el estadio de futsal como eventual ‘tienda de campaña’ para parte del personal del predio. Ahora, las oficinas de algunos empleados también se han transformado en sus cuartos en la búsqueda de confortabilidad. Esta vez no se tratará de 10 días o dos semanas, sino de 50 jornadas.

Al predio lo conforman 48 hectáreas de rica tecnología edilicia y frondosa naturaleza. Un sitio de elite, a la altura de los mejores del planeta. “Cuando empezamos con Bilardo éramos nómades. Pasamos por el Sindicato de Comercio, por Defensores de Belgrano, por otros clubes… Era una odisea para el trabajo de la selección”, siempre recuerda Rubén Moschella, histórico empleado de la AFA, hoy gerente del predio. El complejo 1 fue inaugurado en diciembre de 1989; el 2 se abrió antes del Mundial Sub 20 de 2001.

Otra adaptación imprescindible fue trasladar todas las máquinas del gimnasio a una amplia carpa exterior, con paredes con correderas, como una cortina estilo de blackout, pegada a las canchas del complejo 2. Además, entre la cancha de campo sintético y el estadio de futsal se montó otra carpa, en este caso, para la realización de los frecuentes testeos. Y una carpa más, la tercera, con calefacción, que puede albergar tareas recreativas. No se utilizarán los vestuarios: los futbolistas se cambiarán en sus habitaciones.

Nadie saldrá de la ‘ciudad selección’. Salvo, lógicamente, situaciones puntuales como los traslados para competir (contra Chile, Paraguay y Bolivia en el Monumental, y ante Uruguay en Córdoba), una salida del país (el duelo con Colombia camino a Qatar, en Barranquilla o nueva sede), o algún imponderable. El concepto de aislación se presenta como una obsesión. Ni visitantes recibirán los jugadores. Messi cumplirá 34 años el 24 de junio y ni sus hijos podrán saludarlo personalmente. Es que ante una situación epidemiológica extraordinaria, se resolvió adoptar una modalidad sin antecedentes. En las anteriores competencias, mundiales y Copas América, siempre se liberaron horarios en diferentes días para que los planteles recibieran amigos y familiares. Ahora, no. Todo se reducirá al Zoom y las videollamadas.

Incluso, la recomendación sanitaria es reducir al máximo el contacto entre las áreas que no sean afines. ¿Ejemplo? Como micro-células, que el personal administrativo no comparta muchos momentos con sus pares de prensa, y a su vez, éstos tampoco se distraigan con el área médica, y que los cancheros no visiten a los cocineros. Evitar los lugares cerrados es ley, desde luego, pero también, cuidar que los momentos compartidos no sean prolongados. Los lugares de uso general del predio, desde un consultorio, pasillos o sitios de almacenamiento, están señalizados en el piso para cuidar las distancias y los protocolos de circulación. Todos son circuitos con una única dirección: evitar sorpresas en la aldea albiceleste. La ‘ciudad selección’ y la estrategia del blindaje para cuidarse del rival invisible.

La selección de Scaloni, que en 2020 sólo pudo jugar cuatro partidos por la pandemia de coronavirus, retomará la agenda con varios encuentros en junio entre las eliminatorias y la Copa América.

Fuente: La Nación.

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