Luego de su participación en el pasado Tour de Francia, donde tuvo que abandonar antes de la novena etapa por las lesiones sufridas en una caída el tercer día, Primoz Roglic recuperó la sonrisa en los Juegos Olímpicos de Tokio gracias a la medalla de oro que logró en la prueba contrarreloj celebrada en el circuito internacional de Fuji.
Una vez más el ciclismo esloveno demostró su poderío, como también hizo este año en la ronda gala Tadej Pogacar, que además se colgó el bronce olímpico en la prueba en ruta ganada por el ecuatoriano Richard Carapaz. Roglic se impuso con solvencia en la contrarreloj con poco más de un minuto de ventaja sobre el neerlandés Tom Dumoulin (+1m01s39) y el australiano Rohan Dennis (+1m03s90).
Solo la plata y el bronce tuvieron emoción en el circuito de Fuji. Se quedaron a menos de dos segundos de subirse al podio tanto el suizo Stefan Kueng como el italiano Filippo Ganna, campeón del mundo de la especialidad, que era el gran favorito.
Roglic paró el reloj en un tiempo de 55:04.19 para recorrer los 44,2 kilómetros de un recorrido que constaba de dos vueltas al circuito, de 22,1 kilómetros. El trazado está compuesto de una primera parte en bajada, después hay varios kilómetros de ascenso hasta el décimo kilómetro y finalmente un descenso hasta el repecho de entrada, a 4 kilómetros de la meta.
A excepción de Roglic, la contrarreloj estuvo muy disputada, con Rigoberto Urán como primer líder por delante Evenepoel. El colombiano finalmente fue octavo y el belga acabó noveno, ambos superados por Wout van Aert, sexto, y el danés Asgreen, séptimo. El neozelandés Patrick Bevin completó las primeras diez posiciones.
Fuente: Vanguardia.
