Chris Froome regresa al Tour de Francia. Así lo ha confirmado su equipo, el Israel Start-Up Nation, que en las últimas horas incluyó al británico en su alineación oficial para la 108ª edición de la Grande Boucle (26 de junio al 18 de julio). Así las cosas, el nacido en Kenia regresará a su carrera fetiche, que llegó a conquistar en cuatro ocasiones, tres años después de su última participación. En 2019 sufrió aquel terrible accidente que le apartó de la ronda gala y desde el que nunca ha sido el mismo, tanto, que el año pasado el Ineos le descartó para el Tour debido a su pobre estado de forma.
«Como cuatro veces ganador del Tour, el valor de su experiencia no puede subestimarse. Será de gran utilidad para el equipo. A nivel de rendimiento, creo que veremos otra mejora del Dauphiné al Tour después de nuestra reciente concentración de entrenamientos en los Alpes. Esperamos ver a Chris progresar etapa a etapa a lo largo de la carrera», explicó Rik Verbrugghe, director deportivo del Israel, en el comunicado oficial del equipo respecto al rendimiento que puede aportar el británico en el Tour.
Sin embargo, Froome no tendrá el regreso al Tour soñado. Siendo conscientes de sus limitaciones físicas, tanto él como el equipo Israel, Froomey tendrá un rol de gregario en la ronda gala para favorecer los intereses de su líder, Michael Woods. El canadiense, bronce mundial en 2018, está firmando una de sus mejores temporadas como profesional y liderará por primera vez un equipo en una ronda de tres semanas con serias aspiraciones de top-10 e incluso, a algún triunfo de etapa. Su regularidad en la presente campaña le avala: 2º en el Tour de los Alpes (más una etapa), 4º en Flecha Valona, 5º en Lieja, 5º en Romandía (más una etapa) y 5º en la reciente Vuelta a Suiza junto con el maillot de la montaña. El ‘ocho’ de la escuadra israelí lo completarán Dan Martin, Hofstetter, Dowsett, Zabel, Greipel, y Neilands. Veremos si un equipo de aspirantes consigue dar la campanada.
Fuente: As.