Nuestro querido Club Atlético Paraná, cumple 114 años de vida junto a los y las paranaenses, y es un hecho para celebrar. (Por José Cáceres)
Una institución que trasciende tanto en el tiempo es mucho más que un escudo, el espacio físico que ocupa o las instalaciones que posee. Es sacrificio, perseverancia, trabajo, amor y pasión. De eso está hecho nuestro Club, del trabajo, el amor y la pasión de hombres y mujeres que a través de generaciones y generaciones lo han sostenido y lo han hecho crecer. De haber aguantado los momentos difíciles y de compartir las alegrías y las conquistas.
El Club Paraná ha sido parte de la vida de muchísimas personas que a su vez han dejado su huella y que hoy están presentes. Y son otros los que han tomado la posta para seguir andando. Por eso, este presente, está hecho de esas historias, porque sólo los sueños colectivos que se cultivan con solidaridad, generosidad y trabajo logran llegar tan
lejos.
Somos agradecidos de aquellos que estuvieron antes, de los socios fundadores. Con esa responsabilidad encaramos el trabajo diario que requiere mantener funcionando una institución deportiva, más en tiempos tan difíciles como los que atravesamos hoy, pero cuando se es parte de una historia centenaria, se sabe que los tiempos mejores siempre llegan para los que creen y que a la historia la hacen quienes se juegan por sus sueños, los que salen a buscarla. Siempre con
alegrías y tristezas, pero es allí donde la verdadera pasión y el compromiso se hacen presentes.
Soñamos con volver a repetir aquellas hazañas que tan felices nos hicieron a todos. Porque aquella alegría también fue compartida por quienes, sin ser simpatizantes del Club, se alegraron de corazón al saber que un club humilde de la ciudad podía llegar a las competencias nacionales y destacarse. Porque llevamos el peso y el orgullo del
nombre de nuestra ciudad.
Hoy las tribunas están vacías, y añoramos, desde el fútbol, el bullicio de la hinchada y simpatizantes que nos alegran los fines de semana, para festejar o para lamentar, es un desahogo para una familia que trabaja todos los días, que uno de esos días sea para sentir y expresar las pasiones. El club está en silencio, como nuestra ciudad, pero ya falta menos, ya volveremos a ocupar esos lugares para disfrutar en familia, del deporte, de las risas, de los encuentros, de las alegrías y tristezas, todos juntos, esperando atrás del alambrado que se nos dé una para quedar frente al arquero y mandarla al fondo de la red, y unirnos en un abrazo colectivo, en un grito de gol, en un ritual que ocurre desde hace 114 años, y que es el alma y la esencia del Club Atlético Paraná.
¡Feliz cumpleaños Decano! Felicidades a los y las dirigentes, hinchas y simpatizantes que llevan en el corazón el rojo y blanco de esta gloriosa institución.
