Lapiduz destacó que “trabajamos junto al gobierno de Federación, en una jornada de dos días donde Gustavo Capecce referente del turismo nacional junto a su equipo trabajaron específicamente en el rol que se deberá tener como ciudad ante la oportunidad del aeropuerto» de Concordia.
Además, el referente enumeró que junto a “Chajarí también trabajamos convocados permanentemente por su equipo de gobierno para actividades de capacitación y jornadas de Termalismo”.
Concordia
Sin embargo, al poner la lupa a nivel local, Lapiduz evalúa que “Concordia sufre un estancamiento crónico respecto al turismo, lo cual ya no es un modelo de gobierno», sino que «todas las administraciones evidentemente han fallado y siguen fallando».
A la hora de profundizr ese diagnóstico, citó que «sino no estaríamos estancados en plazas hoteleras, con atractivos termales deficientes en una ciudad que se auto proclama tener de todo pero en números está quedando lejos de ciudades vecinas”.
En ese contexto, el dirigente puntualizó que «el turista no entiende de colores políticos ni de hasta donde es la responsabilidad de Provincia en el Lago o del municipio», sino que el visitante «quiere tener lo que compró, ese es el desafío, podemos ser muy teóricos al explicar los planes estratégicos pero la realidad es que somos una ciudad donde un evento de carreras o dos casamientos grandes nos dejan sin camas», apuntó.
A su entender, «tenemos alrededor de 3 mil plazas cuando deberíamos tener arriba de 10 mil, como Paraná”.
Hoteles
Respecto al céntrico Hotel Salto Grande, Lapiduz dijo que “si fuésemos tan atractivos ya hubiera habido un privado que se interese por el hotel más emblemático de la costa del Uruguay pero esto no pasó». En efecto, acotó, «cuando buscamos inversores de los cuales yo fui interesado, todos nos contestaban que si era en Federación sí pero que no querían un destino que no sea seguro a la inversión”.
En cuanto al Hotel Ayuí, el dirigente manifestó que “los empleados me llaman para reunirnos, buscando ayuda a su problemática». Es que, agregó, «tuvimos este hotel de ensueño, donde incluso mi padre fue gerente y dejaban cartas de agradecimiento por las condiciones en que estaba y como se los trataba». En la actualidad, «es un triste reflejo de lo que fue, ninguna administración da respuesta a eso y es como si fuese un tabú”, manifestó.
Situación económica
Por último, Lapiduz expresó que «vivimos un mes de octubre para el olvido, las tarifas se vuelven insostenibles al igual que los alquileres, no es difícil darse cuenta que sin el uruguayo no hay gente en los establecimientos, hay empleados parados esperando que entren clientes».
Encima de la «incertidumbre se viene un fin de año que no da mucha expectativa”, remató.
Fuente: DRU.